Una sudadera minimalista, poderosa y necesaria.
“mi piel no es un crimen.” es más que una frase: es una declaración firme contra el racismo, la discriminación y el miedo que nuestras comunidades han enfrentado por generaciones.

Diseñada para quienes no se quedan callados, para quienes levantan la voz con dignidad y orgullo.
Su tipografía limpia y sobria la hace perfecta para cualquier outfit, mientras su mensaje habla por todos nosotros.

Ideal para activistas, inmigrantes, hijos de inmigrantes, aliados y cualquier persona que crea en la justicia y la igualdad.
No es solo ropa, es resistencia.